Para empezar a adentrarnos en la magnitud del Holocausto nada mejor que comenzar por Yad Vashem que es “La autoridad para El Recuerdo de los Mártires y Héroes del Holocausto”, más conocido como Museo de la Memoria del Holocausto. Fue creado por ley en 1953 por el Parlamento Israelí para dejar constancia, documentar, investigar y hacer oír la historia del Holocausto. https://www.yadvashem.org/es.html

Está situado en el Monte del Recuerdo, una loma al oeste de Jerusalén, ocupa una gran extensión de terreno y para acceder a este gran complejo hay que pasar por unos atrios en los que está grabado en piedra el esperanzador versículo de Ezequiel 37:14, sacado del capítulo de los huesos secos:

”Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo JHWH hablé, y lo hice, dice JHWH”

Es imposible destacar aquí todas las funciones, edificios y memoriales de  Yad Vashem, pero podemos considerar algunos de ellos.

El relato histórico se muestra en El Museo de la Historia del Holocausto, cuya arquitectura está llena de simbolismo. La sección vertical del edificio es un prisma triangular que salvo la entrada y la salida está todo él bajo tierra. Su itinerario es un recorrido por la historia del conflicto por lo que a medida que se  avanza va descendiendo y estrechándose, y según nos vamos acercando al final, comienza a ascender y a ensancharse, terminando en un gran ventanal desde donde se contempla la luz y los árboles de Jerusalén, simbolizando perfectamente el final de la tragedia.

Una de sus salas es “La sala de los nombres”, donde se guardan las “Hojas de testimonio”,  breves biografías  de las víctimas de la Shoá.  A día de hoy se han rescatado del anonimato más de 2.700.000  nombres. Yad Vashem cumple así uno de sus cometidos, el de dar nombre a las víctimas, siendo fiel al versículo bíblico de donde está sacado, Isaías 56:5.

“Y a ellos les daré en Mi casa y dentro de Mis muros un monumento y un nombre… (un Yad Vashem)…  nombre eterno les daré que no será borrado”.

Mención especial merece El Memorial los Niños, excavado en una caverna subterránea, es un tributo al aproximadamente millón y medio de niños judíos que perecieron en el Holocausto.  Al recorrerlo se escucha como trasfondo, los nombres de niños asesinados, sus edades y países de origen.

Otro de sus fines es honrar la memoria de los justos entre las naciones, podemos ver sus nombres en La avenida y el Jardín de los Justos de las Naciones. (Hablaremos de ellos en otra entrada).

Yad Vashem también hace una ingente tarea de investigación, documentación y docencia, así entre sus instalaciones se encuentran El archivo, La Biblioteca, El Instituto Internacional para la Investigación, y  La Escuela Internacional; por donde cada año pasan cientos de investigadores, estudiosos y alumnos de todos las nacionalidades, para investigar, documentar y aprender a enseñar el Holocausto:” Para que lo sepan las generaciones venideras” según les anima el Salmo 78:6.

Yad Vashem recibió en 2007 el Premio Príncipe de Asturias a la Concordia por ser un “recuerdo vivo de una gran tragedia histórica, por su tenaz labor para promover, entre las actuales y futuras generaciones, y desde esa memoria, la superación del odio, del racismo y de la intolerancia”.

En el discurso de la ceremonia de entrega Avner Shalev, Presidente de Yad Vashem, dijo: “Nuestra responsabilidad es trascendental y compleja: volver a restituir los valores sublimes de la santidad de la vida, el amor al prójimo y la aspiración a la justicia y a la paz, frente al escalofriante sufrimiento de millones de víctimas”.

Toda una gran lección para el mundo.

Shalom

Créditos fotos:

1.- es.wikipedia.org

2.- yadvashem.org

3.- yadvashem.org