Hoy dedicaremos la entrega a la valentía de todo un pueblo.
Le Chambon-sur-Lignon era un pequeño pueblo de unos 5.000 habitantes localizado en el sur de Francia. Durante la Segunda Guerra Mundial se convirtió en un refugio para judíos perseguidos por los nazis. De tal manera que se calcula que entre unos 3.000 a 5.000 judíos fueron ayudados y salvaron sus vidas por el coraje de la gente de este pueblo.
Los escondieron en sus casas, los admitieron en las escuelas, porque muchos de ellos eran niños en edad escolar, les proporcionaron tarjetas de identidad o de racionamiento falsas, o bien los condujeron clandestinamente a Suiza, donde los entregaban a voluntarios protestantes del lado suizo, para que pudieran escapar por este país. Los que no ayudaron de forma directa, si sabían algo, guardaron el silencio necesario para que nada se descubriera.
En toda esta labor colosal tuvo una importancia capital, el pastor protestante André Trocmé y su esposa Magda, que junto a su asistente, el también pastor Edouard Theis, guiados por su amor a Dios y a sus semejantes se lanzaron a ayudar a los judíos que lo necesitaban, alentando a sus feligreses a hacer lo mismo, de tal manera que casi todas las familias del pueblo participaron en el rescate.
La orografía de la zona ayudaba, pero esto no puede ser el único factor que les movía a actuar, tenía que haber algo más. Y este algo más puede ser que el protestantismo francés tiene una larga historia de persecución a sus espaldas, basta pensar en la Matanza de San Bartolomé, la masacre de los hugonotes (los protestantes franceses) llevada a cabo en París la noche del 23 al 24 de agosto de 1572, de tal manera que tiempo después los protestantes hugonotes de este pueblo podían comprender muy bien por lo que estaban pasando ahora los judíos, y de esta manera pasar a la acción.
Las personas que ayudaron eran conscientes del riesgo que corrían, pero aun así lo asumieron. Algunos fueron detenidos, como el mismo pastor André, continuando con el rescate su esposa Magda, hasta que él fue puesto de nuevo en libertad.
Otros no corrieron la misma suerte y fueron deportados a campos de concentración, entre ellos Daniel Trocmé, primo de André. Daniel era el director de una de las siete casas para niños en Le Chambon, fue descubierto y enviado al campo de concentración de Buchenwald donde murió.
André Trocmé, su esposa Magda, Daniel, Edouard Theis y otros 32 habitantes del pueblo fueron honrados como «Justos de las Naciones» por Yad Vashem. Posteriormente se decidió que tenía que derogarse la cláusula que solo autorizaba la concesión del título “Justo entre las naciones” a personas particulares, y en 1990 se le atribuyó por primera vez este honor a toda una población: Le Chambon-sur -Lignon (la otra única excepción es el municipio holandés de Nieuwlande, donde también fue fundamental la labor de los cristianos protestantes de la zona)
La fe puesta en acción
Shalom