En estos tiempos en que vivimos, y por nuestra profesión es común acostumbrarnos a ver la enfermedad como algo cotidiano. Muchas personas a mi alrededor (amigos, familiares, compañeros de trabajo) y yo misma afrontamos procesos de enfermedad que trastornan nuestra vida y nuestro entorno.
Tengo la necesidad de compartir con ustedes la importancia de una vida de oración y lectura de la palabra para que sea nuestro pan diario, alimento para el alma y el espíritu. La biblia nos enseña como sanaba Jesús. Lo hizo de diferentes maneras: con un toque (Mateo 9: 18-26, Mateo 14: 34-36), una palabra de autoridad (Mateo 8: 5-13), perdonando pecados (Mateo 9: 1-8), por la fe de otros (Marcos 2: 1-12), dando ánimo y conforme a nuestra fe (mateo 9: 22, Mateo 15:28), echando fuera demonios (Mateo 9:32-34). Cojos, mancos, ciegos, mudos, sordos, endemoniados y muchos otros enfermos eran sanados por su poder y autoridad.
No hay nada imposible para Dios, Él nos quiere sanos. Aunque reconocemos nuestra fragilidad, por sus llagas hemos sido sanados, El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias (Isaías 53: 5), venció a la muerte y por su sangre nos limpió de pecado y nos ha dado la victoria.
Si estás pasando por un tiempo de prueba o de enfermedad no dejes de confiar, orar, proclamar y creer.
Santiago 5:15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
Catalina Valcárcel Sierra
Hola, Dios les bendiga!
Me interesó mucho su página, andaba buscando un estudio acerca del sufrimiento de Jesús, y la encontré, me parece muy interesante y de mucha bendición, y otro motivo es que debido a que a mi hija le acaban de diagnosticar lupus desde febrero, nuestra confianza está en Jesucristo, y El ha sido fiel, los resultados han salido negativos, para la gloria de Dios, pero a veces nos surgen dudas respecto a los medicamentos, sus dosis, lo que realmente necesita, los efectos, todo lo llevo en oración, pero me gusta la idea de una opinión de un doctor que crea en Jesucristo, aqui en Monterrey, N.L. México, no he sabido de alguien, no sé si en esta página sea para ayudar en alguna forma a esta situacion, les agradezco de antemano su atención y que el Señor Jesucristo les brinde gracia y paz.